miércoles, 4 de junio de 2008

Poema de la verdad profunda., de Mirta Aguirre, cubana

Tú no entiendes, amigo, tú no entiendes.

Deja que te lo explique, no en palabras

-que con palabras no se entiende a nadie-

sino a mi modo oscuro, que es el claro.

Así oscura y claramente

lo siento yo:



A mí no me perturba la Rosa de los Vientos.

Bello es el Sur, pero también el Norte

tiene belleza.

Para mi casa en noche está la luna

y con mi vida puedo henchir la tierra

cuando la tierra es árida.

Sé vivir en el viento y en la nube

y beber el agua sobre las hojas.

-No siempre se ha de estar alto, como Aldebarán...-

Hay que saber doblarse sin partirse.

Saber leer, y luego

saber romper la copa.

La ciudad puede, alguna vez, ser selva.

¿Qué importa así o de otro modo?

Bebiendo sol y salitre en alto mástil de barco

o en presidio...

Me da igual.

Donde quiera estoy yo. A salvo.


(Tomado de Presencia interior; poemas, pp. 41, /s.e/, La Habana, 1938)

Foto: Atardecer en el Malecón de La Habana / R. C. Báez

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