jueves, 28 de junio de 2012

"Se me ha muerto como del rayo..."

Hace apenas dos días supe la noticia, a través del hijo de uno de mis más amados compañeros de la Biblioteca Nacional, Ramón Gutiérrez... corrí a revisar la web y encontré apenas una nota en el Periódico Granma... Sentí demasiado dolor al conocer la pérdida como para ahondar en ella siquiera recordándolo... Hoy, más conforme con esa triste ley de la vida que nos roba a aquellos que amamos, quiero compartir unas breves palabras sobre uno de los hombres que más he admirado en la vida...

Cuando inicié mis estudios en la Escuela de Técnicos de Biblioteca (aún no con carácter nacional), era Sidroc Ramos director de la Biblioteca Nacional y el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas... nunca crucé con él más de un protocolar y respetuoso saludo... un año después, a unas semanas de iniciada mi práctica pre profesional en la Biblioteca Pública de Guanabacoa, que entonces radicaba en el Liceo de ese Municipio, me encontré con Sidroc acompañado de su familia, en el Cine Yara... y respetuosamente lo saludé. De inmediato se detuvo y me interpeló por mi nombre: "Qué tal, Rosa Báez, cómo te va en la Biblioteca de Guanabacoa?"... Para la joven de apenas 19 años que era yo, el deslumbramiento fue total... ¿cómo un hombre de sus responsabilidades recordaba a una simple alumna de una dependencia del Sistema, apenas graduada de primer curso?  Pensé que era una simple casualidad...

Después tuve la dicha de que mis primeros años como trabajadora del SNBP fueran en la propia Biblioteca Nacional, a la que quedé anclada por 35 fructiferos años... allí pude conocer de su profundo interés por la Biblioteca, allí pude aprender cómo alguien que no era bibliotecario, podía amar y reeivindicar esa profesión, valores que pude nuevamente conocer en otro de mis Directores, Eliades Acosta Matos... allí pude entender que aquel encuentro de mi juventud no había sido fruto de la casualidad, si no del interés de Sidroc por todos y cada uno de los "factores" que incidian en el trabajo bibliotecario...

Nunca olvidaré a este gran hombre y nunca dejaré de reverenciarlo

Les comparto el vínculo a un trabajo que dediqué a esta foto que incluyo, la nota de Granma, algunos comentarios sobre Sidroc poeta y mi poema preferido de su autoría... y mi dolor ya para siempre...
 



Adiós a Sidroc Ramos, combatiente y poeta

A los 86 años de edad falleció el domingo [17 de junio de 2012] en La Habana, Sidroc Ramos (Sancti Spíritus, 1926), combatiente y poeta, que consagró su vida a las luchas revolucionarias y a la cultura de su país.

Militante del Partido Socialista Popular, director de la Escuela de Instrucción de la organización comunista y redactor del periódico Noticias de Hoy, a fines de los años 50 se incorporó a la guerra de liberación en el territorio del Escambray, bajo las órdenes del Che Guevara. Por sus méritos terminó la campaña con el grado de capitán del Ejército Rebelde.

Tras el triunfo revolucionario fue director de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, rector de la Universidad de Las Villas, Director de la Biblioteca Nacional. Dedicó una parte importante de su vida profesional al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se desempeñó como Director para los Países Socialistas de Europa y embajador en la entonces República Socialista de Checoslovaquia.

Paralelamente desarrolló la creación literaria. Entre sus obras figuran los poemarios Cuadragésimo año (Ediciones Unión, 1970); Viaje de ida y vuelta (Ediciones Unión, 1977) y Sigas pasando (Editorial Letras Cubanas, 1983).

Al valorar la cosecha literaria de Sidroc, el crítico Virgilio López Lemus ha dicho: "Es un poeta que ha mantenido el fuego de la vocación lírica durante toda su vida. (... ) La poesía de Sidroc plantea una sostenida relación con la eticidad, que se manifiesta en detalles de las circunstancias, sin que la pueblen angustias metafísicas".

Su cadáver fue cremado y [recibió] merecidos honores en el Panteón de los Veteranos, del Cementerio de Colón.

Virgilio López Lemus:


Sidroc Ramos es un hombre de nuestra historia reciente por su espléndida biografía, asimismo es un poeta que ha mantenido el fuego de la vocación lírica durante toda su vida. Ramos presenta Pase a tierra (Colección Sur), un conjunto de poemas en los que resalta su peculiar verso libre de variado registro, entre el texto que se acerca al coloquio, casi prosa, como en "Diálogo con una cabra ejecutada", o un sabio endecasílabo blanco, tan funcional en "Retrospectiva de un héroe anónimo". La poesía de Sidroc plantea una sostenida relación con la eticidad, que se manifiesta en detalles de las circunstancias, sin que la pueblen angustias metafísicas. Quizás el mejor texto del libro sea una elegía: "A tí en tu nube de ambular Samuel Feijóo", donde hace homenaje al maestro de Beth-el y de Faz. Véase un fragmento del duro, difícil poema que es "Hacia el primer no día", en el que un hombre se enfrenta a la muerte violenta con dignidad y valentía. "Soy uno más (y quedo en uno menos) / nada capaz de despoblar el Globo / por el que tan escandalosos o / asordinados genocidios corren"
Anatomía superior
Sidroc Ramos

De cuantas partes consta el cuerpo humano,
mi niña, no es una cuestión
a la que responder precipitadamente.

En la anatomía de la infancia
-hueso
blando-la cabeza, el
tronco y las extremidades bastan.

Anota esta omisión en tu libreta:
La parte principal del organismo
humano es el amor.

Sin las extremidades se anda.
Cabeza y tronco en vuelo de ceniza,
el hombre puede comprimir edades,
criar timbres insólitos
Y arder-altas columnas que sean llamadas
desapacibles Pero...
si se te atrofia el justo amor
que debes a los hombres, ¿vives?,
y lo peor, ¿te atreves ,
eres capaz de bienmorir, sin la
tranquilidad de lo cumplido?
No, no. No puedes.

Amor hace los órganos.
Amor vierte la sangre de su historia.
Amor hila sus nervios y ama su metal
en esqueleto de coraje.

La buena muerte, los martirios, la
vida porfiada al fuego de la lucha: es todo
básicamente amor…..

Vamos hacer una pequeña corrección
a tu primera anatomía:
Amor, cabeza, tronco, extremidades…