miércoles, 22 de diciembre de 2010

Gustavo Eguren, un modo de ser sutil

Quizá Eguren no recordara ya a la delgada jovencita, recién graduada de la Escuela Nacional de Técnicos de Biblioteca, que literalmente se bebía sus palabras en cada encuentro, en cada conversación, en cada almuerzo, en cada jornada de trabajo productivo que convocaba nuestro común centro de trabajo, la Biblioteca Nacional. Quizá no recordara nuestro encuentro muchos años después, en los jardines de la UNEAC... pero ella nunca lo olvidará. Gloria a tí, maestro y gracias por el amor por la literatura que me inculcaste. 
Gustavo Eguren, un modo de ser sutil Por Pedro de la Hoz

No sé qué habría dicho Gustavo Eguren al leer estas líneas. O quizás sí: "No es para tanto". Son muchos los testigos de su excesiva modestia. El caso es que acabamos de despedir a un escritor que manejó, con claves muy propias y certera puntería, uno de los géneros literarios más difíciles, el cuento; que compartió su experiencia sin pedir nada a cambio; que divirtió a los lectores; que supo corresponder al aire de su época. 

Para los no enterados habrá que decir que Eguren murió el último fin de semana a los 85 años de edad, luego de sufrir, como se dice, una larga y penosa enfermedad. Su ficha biográfica da cuenta de su nacimiento en Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud) en 1925, de su niñez en la España de sus padres, de su temprana afición por la escritura mientras estudiaba el Bachillerato en Pinar del Río, de su egreso como abogado en la Universidad de La Habana en 1950. Por esa época formó parte de la dirección de la revista Pinar del Río y del semanario Extra del Lunes. Antes del triunfo de la Revolución,desempeñó diversos trabajos y solo había publicado dos cuentos.

Entregado por completo a la Revolución, se desempeñó como diplomático y trabajó posteriormente en el Consejo Nacional de Cultura y en la UNEAC. Allí dio a conocer en 1967 su primera novela, La robla, especie rara con la experiencia española en el trasfondo.
Pero, sin lugar a dudas, fueron sus cuentos los que mostraron al narrador de pura estirpe. El relato largo En la cal de las paredes y las piezas de Los lagartos no comen queso dictaron el tiempo y el tono humorístico de Eguren, que se expandió hacia la picaresca en la novela Las aventuras de Gaspar Pérez de Muela Quieta y se enroscó hacia las posiciones más sutiles en Los papelillos de San Amiplín y La televisión acaba con todo.

En medio de esa producción apareció un libro sobre el cual tendrá que volverse una y otra vez: La siempre fidelísima Habana. Posiblemente no haya otra obra de tanto rigor y amor documentado a la ciudad. 

Quedan los títulos de Eguren, la fineza de su prosa, el sentido del equilibrio de la palabra. Pero también su don de gente, amable trato, cultura acendrada, honda cubanía. 

http://www.granma.cubaweb.cu/2010/12/22/cultura/artic02.html

viernes, 20 de agosto de 2010

Tócame completa


 Tócame completa,
porque sí.

Tócame entera
-sin motivo aparente-,
hoy no es nuestro aniversario,
ni mi cumpleaños.

No es viernes por la noche
ni domingo en la mañana

Hoy es sólo día de tu piel en mi piel.

De tus dedos
dejando surcos:
de mi boca
devorándote lasciva.

Tócame
no como campana ni acordeón:
en todo caso,
hazme vibrar cual cuerdas de guitarra.

Entóname,
desafíname,
viájame por los cuatro
-o cuatrocientos-
puntos cardinales de mi cuerpo.

Tócame,  amor...

O  sé testigo.


Rocio Lara
Agosto 19 de 2010


Foto Rafael Navarro

lunes, 10 de mayo de 2010

Madres

Por Isabel Allende


Siempre que quieren hablar de MADRES en la television muestran mujeres con chicos en los brazos, sonrientes, dulces, cariñosas, sin una pizca de cansancio, espléndidamente maquilladas y a eso agregan maravillosas frases de posters.

¡¡Mentiras !!!

Las mamás no somos abnegadas amantes del sacrifico y aguerridas guerreras que todo lo pueden. Las mamás lloramos abrazadas a la almohada cuando nadie nos ve, pedimos la epidural en el parto y puteamos en 17 idiomas cuando tenemos que poner el despertador a las 2 de la mañana para ir a buscarlos a una fiesta.

Cuando les decimos que no se peleen con ese compañerito que les dice 'enano' o 'cuatro ojos', y les damos toda clase de explicaciones conciliatorias, en realidad querríamos tener el cogote del pequeño verdugo entre nuestras manos.

Y también pensamos que la vieja de geografía es un mal bicho cuando les baja la nota porque no saben cuántos metros mide el Aconcagua que, al final, a quién cuernos le importa. Pero no lo podemos decir.

No es que nos encante pasarnos horas en la cocina tratando de que el pescado no tenga gusto a pescado y disimulando las verduras en toda clase de brebajes, en lugar de tirar un "patty" a la plancha.... Es que tenemos miedo de que no crezcan como se debe.

No es que nos preocupe realmente que se pongan o no un saquito... Es que tenemos miedo de que se enfermen.

No es que los queramos más cuando se bañan.... Es que no queremos que nadie les diga roñosos.

No lo hacemos por Uds. Lo hacemos por nosotras.

Porque ser mamá no tiene que ver con embarazos, pañales y sonrisas de aspirinetas. Tiene que ver con querer a alguien más que a una misma. Con ser capaz de cualquier cosa con tal de que ustedes no sufran NADA, nunca, jamás.

Ustedes nos hacen felices.... cuando les encantan nuestras milanesas, cuando nos consideran sabias por contestar todas las preguntas de los concursos de la tele. Cuando vienen llorando a gritos porque se rasparon la rodilla y nos dan la posibilidad de darles consuelo y curitas. Cuando recién levantadas nos dicen, qué linda que estás, mamá.

Ustedes nos hacen mejores. Nos dan ganas y fuerzas. Nos comeríamos un gurka crudo antes de que les toquen un dedito del pie. Nos lavamos la cara y salimos del baño con una sonrisa de oreja a oreja para hacerles saber que la vida es buena, aunque nos vaya como el reverendo... 
Cantamos las canciones de Chiquititas y vemos Barney y luchamos contra los piojos y compramos Nopucid (shampoo para erradicarlos) y repasamos 500 veces la tabla del 2 y arreglamos el carburador para llevar a los niños al fútbol, a inglés, a dibujo, a la psicóloga, a basquet, a volley, a danzas, a la casa de la amiga, a la maestra particular, al dentista, al médico, a comprar un pantalón...

Y armamos 24 bolsitas con anillitos y pulseritas y tratamos de que la torta parezca un Pikachu y nos buscamos otro trabajo y sacamos créditos y nos compramos libros y vamos al psiquiatra y al pediatra y a los videos y negociamos con los maestros y los acreedores y recortamos figuritas y estudiamos junto a ustedes ríos, provincias, las capitales de los países de Europa y nos ponemos lindas y nos enojamos y nos reímos y nos salimos de quicio y nos convertimos en la bruja y la princesa de todos los cuentos.... Sólo y exclusivamente para verlos felices.

VERLOS FELICES ES LO QUE NOS HACE FELICES.

Ojalá pudiéramos pegar el mundo con cinta scotch (como el velador que cayó en combate en la última Guerra del "pijama party"), para que fuera un lugar major para ustedes.

GRACIAS POR HACERME SU MAMÁ.

GRACIAS POR HACERME TAN IMPORTANTE.

Gracias, por esas porquerías que hacen en el colegio con corchitos y escarbadientes (que casi nunca entiendo para que sirven pero guardo religiosamente). Gracias por los abrazos, los besos, las lágrimas, los dolores, los dientes de leche, las cartitas, los dibujos en la heladera, el Amoxidal, por tantas noches sin dormir, los boletines, las plantas rotas del jardín por jugar a la pelota, por mi maquillaje arruinado por ser usado para jugar a la mamá, por las fotos de la primaria .....

Son mis mejores medallas. Gracias porque LOS AMO. Y ese, es el amor que me hace grande.  
LO DEMAS ES MARKETING.



y perdonen los que no cupieron en la foto... en mi corazón si tienen espacio...

Mami Rosy, Mamina, Mamimamina

miércoles, 3 de marzo de 2010

Plegaria por un ave

 El declamador mexicano Mario H. Russo, (Hermosillo, Sonora, Mx.) con el peculiar estilo de declamación que lo caracteriza, y acompañando con imagenes su lectura, ha subido a Youtube un video del poema que hace unas semanas yo realizara en homenaje a Adriana y Gerardo, a partir de la anécdota de Alicia Jrapko sobre el gorrión Cardenal. Mario, además, ha declamado éste poema en algunas emisoras radiales de Sonora, México, y ha hablado de nuestros 5 hermanos en esas presentaciones, abogando por la causa de las visas para Olguita y Adriana.







"Un pequeño homenaje a Gerardo y Adriana, dos personas que quiero como a mis hijos, a quiénes además admiro por su entereza y por ese amor eterno que es un regalo de la vida. También va con él mi agradecimiento a un ángel que los acompaña: la nuestroamericana Alicia Jrapko, que nos contó la historia de “Cuba” y “Cardenal”.

Plegaria por un avePor Rosa C. Báez

 

¿Era un gorrión?  No sé.

Tal vez, era no más
la trasmigración de una esperanza…

Durante muchos días
voló hasta aquella puerta
que ya no se abría a la sonrisa
y el cariño…

Nunca supo cómo pasó
del cuidado de su madre
del piar de sus hermanos
hasta las manos de aquel hombre…  
“Cuba”, le decían.

       “Cuba” repetían los latidos
        del corazón que entre todos
                                     reconocía
         “Cuba” era el silbido que lo llamaba
        “Cuba” era lo nostalgia
                                     que sentía en su voz…

Llegó como un regalo
         aquél día de su cumpleaños

¿Qué feliz albur lo retuvo
        hasta un día después
de un nuevo aniversario?
¿Debo creer en la casualidad?

Hoy encontré esta foto de un ave
“Un gorrión en Sasbach” la ha nombrado
       su autor
¡Se parece tanto a ti, “Cardenal”!

¿Acaso no serás
       más que un gorrión
y eres un alma que ha volado libre
       a encontrar aquél cuerpo
       que venera?
y ahora, la ves pasar
desde cualquier alero
mientras esperas…

Algún día, pájaro-esperanza,
sus cuerpos se unirán
¡¡como hoy lo están sus almas!!

“Plegaria” / RCBáez Composición basada en las fotos
 “Un gorrión en Sasbach” Winfried Rothermel (AP)
 Instantánea de Adriana Pérez realizada en Londres por V PONCE

Según el Pequeño Larousse digital: transmigrar = Pasar un alma de un cuerpo a otro