viernes, 25 de marzo de 2016

Cielo blanco






Hamlet Lima Quintana *


No veo el cielo madre, sólo un pañuelo blanco
no sé si aquella noche yo te estaba pensando
o si un perfil de sombras me acunaba en sus brazos
pero entré en otra historia con el cielo cambiado.

No me duele la carne que se fue desgarrando
me duele haber perdido las alas de mi canto
las posibilidades de estar en el milagro
y recoger las flores que caen de tu llanto.

No quiero que me llores, mírame a tu costado
mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado
mi voz está en las voces de los "iluminados"
que caminan contigo por la ronda de Mayo.

No quiero que me llores ahora que te hablo
mi corazón te crece cuando extiendes las manos
y acaricias las cosas que siempre hemos amado
la libertad y el alma de todos los hermanos.

No sé si aquella noche amanecí llorando
o si alguna paloma se me murió de espanto
la vida que ha esperado tanto
es el cielo que crece sobre tu pañuelo blanco.

No quiero que me llores, mírame a tu costado
mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado
mi voz está en las voces de los "iluminados"
que caminan contigo por la ronda de Mayo.

domingo, 24 de enero de 2016

Ojo con Ellas…


Ojo con Ellas…
  Jorge Eduardo Cinto*

Andan por ahí, con su atrevido miedo,
portando sus cincuenta y tantos años,
lindas, leídas, viajadas, sensibles.
Ojo con ellas.

Vienen de cerrar una puerta con decisión,
pero sin olvido.
Amaron, construyeron, parieron, cumplieron.
Amaron a su hombre, dieron alas a sus crías
y ahora, desentumecieron las suyas:
¡ahí estaban!:
intactas, brillantes, soberbias,
majestuosas, listas para el vuelo:
no ya las de un hornero,
sí las de una gaviota, soberana y curiosa.
 

Saben de la vida
y de tu hambre
porque con su cuerpo han sabido saciarlas.
 

Expertas en estupidez
y sus matices:
se reconocieron inmersas
en ella hasta el estupor
y soportaron mucha hasta el dolor;
sabrán distinguirla, no lo dudes.
 

Versadas en economía,
la aplican en el gesto,
en el andar y en su exacta sensualidad.
Ojo con sus caderas sabias:
ya se estiraron y contrajeron,
se estremecieron y agitaron.
Saben del amor, en todos sus colores,
desde el rojo resplandor al mustio gris.
Sus piernas fuertes arrastran raíces todavía.
Prontas a sentir,
van con una vieja canción en los labios,
profunda intensidad en la mirada
y delicada seguridad en la sonrisa.
 

Pero, si esta advertencia es tardía,
y descubres que ya no puedes dejar de pensar en ella,
entonces, ten cuidado de ahora en más,
no te equivoques, no lo arruines:
no les envíes un mensaje de texto,
mejor invítale un café con tiempo;
no recurras al email,
preferirán sin duda un poema en servilleta.
 

No les hagas promesas,
no les vendas imagen,
mejor exhibe tu autenticidad mas despojada.
No caigas,
por rellenar,
en aturdido ruido vacuo,
deja que respire un silencio en común.
 

Vienen de quemar las naves
y cambiar comodidad indolente por riesgo vital.
Avanzan por un camino incierto, pero elegido.
En su cartera, fotos, un perfume y algunas lágrimas.
En su mirada, una decisión...


Ojo con ellas…
tal vez, si tienes suerte, hay una en tu camino"


Publicado en Escritores de Tucuman Siglo XXI

domingo, 27 de diciembre de 2015

Cristiandad

De Carlos Angulo Rivas, poeta peruano


UNA REFLEXIÓN CRÍTICA SOBRE LA REALIDAD DE LAS FIESTAS NAVIDEÑAS.

Si Cristo despertara de aquel sueño prematuro
si viera su doctrina llena de elásticas distorsiones
si viera actuar a muchos de los adictos fieles
si viera la violencia ejercida en su nombre
renegaría a su papel de Hijo de Dios en la tierra.


Si Cristo despertara de aquel sueño prematuro
si viera ultrajantes tesoros reunidos en la prelatura
si viera los suntuosos inmuebles de las iglesias
si viera los trajes pastorales de finas sedas bordadas
renegaría a su papel de Hijo de Dios en la tierra.


Si Cristo despertara de aquel sueño prematuro
si viera las sortijas besadas en manos estiradas
si viera las sandalias cambiadas por zapatos de charol
si viera los ornamentos eclesiásticos, las intrigas del poder
renegaría a su papel de Hijo de Dios en la tierra.


Si Cristo despertara de aquel sueño prematuro
si viera el consumismo libertino por el día asignado a su natalicio
si viera a los de su origen liquidando inocentes apelando a Dios
si viera tierras asoladas por ser las prometidas del reino del Señor
renegaría a su papel de Hijo de Dios en la tierra.


Si Cristo despertara de aquel sueño prematuro
si viera los buenos deseos sólo en las tarjetas el papel
si viera la crueldad de los poderosos la indiferencia del resto
si viera la sangre regada por la avaricia subterránea
renegaría a su papel de Hijo de Dios en la tierra.


Si Cristo despertara de aquel sueño prematuro
si viera la utopía del cristianismo sepultada
si viera la solidaridad la fraternidad la paz de un solo día
si viera la frívola belleza del verbo transgredido
renegaría a su papel de Hijo de Dios en la tierra.


Mas, si viera el amor al prójimo asomarse
el ideal cristiano soñado aproximarse
Cristo gustosamente volvería a nacer
para ser CRUCIFICADO.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Digo que yo no soy un hombre puro


Por Nicolás Guillén 

Yo no voy a decirte que soy un hombre puro. 

Entre otras cosas
falta saber si es que lo puro existe.
O si es, pongamos, necesario.
O posible.
O si sabe bien. 


¿Acaso has tú probado el agua químicamente pura,
el agua de laboratorio,
sin un grano de tierra o de estiércol,
sin el pequeño excremento de un pájaro,
el agua hecha no más de oxígeno e hidrógeno?
¡Puah!, qué porquería.


Yo no te digo pues que soy un hombre puro,
yo no te digo eso, sino todo lo contrario.
Que amo (a las mujeres, naturalmente,
pues mi amor puede decir su nombre),
y me gusta comer carne de puerco con papas,
y garbanzos y chorizos, y
huevos, pollos, carneros, pavos,
pescados y mariscos,
y bebo ron y cerveza y aguardiente y vino,
y fornico (incluso con el estómago lleno). 


Soy impuro ¿qué quieres que te diga?
Completamente impuro.
Sin embargo,
creo que hay muchas cosas puras en el mundo
que no son más que pura mierda. 


Por ejemplo, la pureza del virgo nonagenario.
La pureza de los novios que se masturban
en vez de acostarse juntos en una posada.
La pureza de los colegios de internado, donde
abre sus flores de semen provisional
la fauna pederasta.
La pureza de los clérigos.
La pureza de los académicos.
La pureza de los gramáticos.
La pureza de los que aseguran
que hay que ser puros, puros, puros.


La pureza de los que nunca tuvieron blenorragia.
La pureza de la mujer que nunca lamió un glande.
La pureza del que nunca succionó un clítoris.
La pureza de la que nunca parió.
La pureza del que no engendró nunca.
La pureza del que se da golpes en el pecho, y
dice santo, santo, santo,
cuando es un diablo, diablo, diablo. 


En fin, la pureza
de quien no llegó a ser lo suficientemente impuro
para saber qué cosa es la pureza.


Punto, fecha y firma.
Así lo dejo escrito.

jueves, 3 de septiembre de 2015

INMIGRANTES


            Ricardo Luis Plaul

Foto EFE
Lejos de cualquier Dios,
encerrados en la tumba del sistema,
Hermes los guía en su barcaza
hacia el infierno de la esperanza.

Muros, alambradas, fusiles de indiferencia,
van preñando de odio tu mera existencia.
Te miro… te miran y no te ven, no
respiras, no vives, no deseas…

Un saco relleno con el estiércol del mundo
es la conciencia. Estabas muerto antes de llegar.

En el ajedrez del poder eras la ficha sacrificada,
ni siquiera una huella en el cementerio del recuerdo,
ni siquiera una cruz en el lamento de los justos.
Un niño sin nacer llora en el vientre de tu olvido.

29/08/2015

miércoles, 20 de agosto de 2014

Mujer bajo la lluvia

  Lilibeth Alfonso Martínez
Una mujer bajo la lluvia es un enigma
Que se construye en cada gota
Una autopista a la ternura.

Una mujer bajo la lluvia es una oración abierta
Sin comas, sin puntos finales, solo los suspensivos.

Una mujer que se ase a la lluvia, y la abraza
Es siempre una mujer desnuda
Un cuerpo poseído por los mares
que la recorren, inexorablemente,
Besan sus nalgas, el hilo de infinito de sus senos,
Descubren abismos imposibles
Y revelan hasta los más íntimos deseos.

Una mujer que se lanza a la lluvia
Provoca el desasosiego de los otros,
Ellos, los pobres, tan cuerdos.

Hacia la victoria: Poema del poeta palestino Samih al Qasim


Foto: E' morto ieri Samih al Qasim. Poeta e giornalista palestinese, voce della Nakba e della Resistenza della Palestina. Aveva 75 anni e non riuscirà a vedere la sua terra liberata. Perché la sua terra, un giorno, sarà libera. Lo ricordiamo con questa poesia, che Meriem ci ha riportato alla memoria. ...fino all'ultima goccia di sangue nelle vene, resisteremo...  Fino alla vittoria  Perderò, forse, lo stipendio, come tu lo desideri; sarò costretto a vendere abito e materasso; farò, forse, il portatore di pietre; il facchino, lo zappino di strada oppure l’operaio in una officina; forse sarò anche costretto a cercare nei letami per trovare un grano da mangiare; o forse morirò nudo e affamato. Ciò malgrado non mi rassegnerò mai a te, o nemico del sole! Ma resisterò fino all’ultima goccia di sangue nelle mie vene. Tu mi potresti rubare l’ultimo palmo di suolo; saresti capace di dare alle prigioni la mia giovane età; di privarmi dell’eredità di mio nonno: degli arredamenti, degli utensili casalinghi e dei recipienti. Saresti pure capace di dare al fuoco le mie poesie ed i libri miei ed ai cani la mia carne. Saresti – come è vero – un incubo sul cuore del nostro villaggio, o nemico del sole! Ciò malgrado, non mi rassegnerò mai a te e, fino all’ultima goccia di sangue nelle mie vene resisterò!... Potresti spegnermi la luce che m’illumina la notte e privarmi di un bacio di mia madre; i ragazzi vostri sarebbero capaci di insultare il mio popolo e mio padre; qualche vigliacco di voi sarebbe capace di falsificare pure la mia storia; Tu stesso potresti privare i figli miei di un abito di festa; saresti capace di ingannare, con falso volto, gli amici miei, crocifiggermi i giorni su una visione umiliante, o nemico del sole! Ciò malgrado, non mi rassegnerò mai a te e, fino all’ultima goccia di sangue nelle mie vene resisterò!... O nemico del sole! Nel porto vedo degli ornamenti, dei segni di gioia; sento delle voci allegre e degli applausi entusiasti che infuocano d’allegria la gola; e nell’orizzonte vedo una vela che sfida il vento e le onde sormontando con fiducia i pericoli! Questo è il ritorno di Ulisse dal mare dello smarrimento. Questo è il ritorno del sole E dell’uomo espatriato!... Per gli occhi di lui e della amata terra giuro di non rassegnarmi mai a te e fino all’ultima goccia di sangue nelle vene, resisterò, resisterò, resisterò!..."Ha muerto ayer Samih al Qasim.Poeta y periodista palestino, voz de la Nakba y de la Resistencia Palestina.
Tenia 75 años y no volverá a ver su tierra liberada.
Porque su tierra, un día, será libre.
Lo recordamos con esta poesía, que Meriem me trajo a la memoria:
   ...hasta la última gota de sangre en las venas, resistiremos..."


Hacia la victoria

Perderé, tal vez, el salario
 como usted lo desea;
 me veré obligado a vender el vestido y el colchón;
 Seré, tal vez, el portador de piedras; 
el portero, el mendigo en la calle
o el trabajador en una fábrica;
Tal vez también estaré obligado a buscar en el lodo
para encontrar un grano que comer;
O quizá moriré desnudo y hambriento.
Pero no me resignaré jamás a ti,
enemigo del sol
Resistiré hasta la última gota
De sangre en mis venas.

Tú me podrás robar el último palmo de suelo;
serias capaz de dar en prisión
con mi corta edad;
de privarme del legado de mi abuelo:
de muebles, de los utensilios para el hogar
y los recipientes.

Serías muy capaz de dar al fuego
Mis poesías y mis libros
Y a los perros mi carne
Serías - cuán cierto es - una pesadilla
sobre el corazón de nuestro pueblo,
oh, enemigo del sol!
Sin embargo, no me resignaré jamás a ti
y, hasta la última gota
de sangre en mis venas
Resistiré! ...

Podrás apagarme las luces que me iluminan en la noche
Y privarme de un beso de mi madre:
Tus jóvenes serían capaces de insultar
a mi pueblo y a mi padre;
Cualquier  cobarde de ustedes sería capaz de
falsificar también mi historia;
Usted mismo podría privar a mis hijos
De un vestido de fiesta;

Serían capaces de engañar
con falso rostro
a mis amigos,
crucificarme el día encima con
una visión humillante,
oh, enemigo del sol!
Sin embargo, no me resignaré jamás a ti
Y, hasta la última gota de sangre en mis venas
Resistiré!...

Oh, enemigo del sol!

En el puerto veo los ornamentos
los signos de gloria;
siento las voces alegres
y los aplausos entusiastas
que encienden de alegría la garganta;
en el horizonte veo una vela
que desafía el viento y las olas
sorteando con confianza los peligros!
Este es el regreso de Ulises
del mar del desconcierto.
Este es el regreso del sol
Y del hombre expatriado

Por los ojos de él y de la amada tierra
Juro no resignarme jamás a ti
Y hasta la última gota de sangre en las venas,
Resistiré,
Resistiré,
Resistiré!...


Original, tomado de Facebook


E' morto ieri Samih al Qasim. Poeta e giornalista palestinese, voce della Nakba e della Resistenza della Palestina.
Aveva 75 anni e non riuscirà a vedere la sua terra liberata.
Perché la sua terra, un giorno, sarà libera.
Lo ricordiamo con questa poesia, che Meriem ci ha riportato alla memoria.
...fino all'ultima goccia di sangue nelle vene, resisteremo...


Fino alla vittoria

Perderò, forse, lo stipendio
come tu lo desideri;,
sarò costretto a vendere abito e materasso;
farò, forse, il portatore di pietre;
il facchino,
lo zappino di strada
oppure l’operaio in una officina;
forse sarò anche costretto a cercare nei letami
per trovare un grano da mangiare;
o forse morirò nudo e affamato.
Ciò malgrado non mi rassegnerò mai a te,
o nemico del sole!
Ma resisterò fino all’ultima goccia
di sangue nelle mie vene.
Tu mi potresti rubare l’ultimo palmo di suolo;
saresti capace di dare alle prigioni
la mia giovane età;
di privarmi dell’eredità di mio nonno:
degli arredamenti, degli utensili casalinghi
e dei recipienti.
Saresti pure capace di dare al fuoco
le mie poesie ed i libri miei
ed ai cani la mia carne.
Saresti – come è vero – un incubo
sul cuore del nostro villaggio,
o nemico del sole!
Ciò malgrado, non mi rassegnerò mai a te
e, fino all’ultima goccia
di sangue nelle mie vene
resisterò!...
Potresti spegnermi la luce che m’illumina la notte
e privarmi di un bacio di mia madre;
i ragazzi vostri sarebbero capaci di insultare
il mio popolo e mio padre;
qualche vigliacco di voi sarebbe capace di
falsificare pure la mia storia;
Tu stesso potresti privare i figli miei
di un abito di festa;
saresti capace di ingannare,
con falso volto,
gli amici miei,
crocifiggermi i giorni su una visione umiliante,
o nemico del sole!
Ciò malgrado, non mi rassegnerò mai a te
e, fino all’ultima goccia di sangue nelle mie vene
resisterò!...
O nemico del sole!
Nel porto vedo degli ornamenti,
dei segni di gioia;
sento delle voci allegre
e degli applausi entusiasti
che infuocano d’allegria la gola;
e nell’orizzonte vedo una vela
che sfida il vento e le onde
sormontando con fiducia i pericoli!
Questo è il ritorno di Ulisse
dal mare dello smarrimento.
Questo è il ritorno del sole
E dell’uomo espatriato!...
Per gli occhi di lui e della amata terra
giuro di non rassegnarmi mai a te
e fino all’ultima goccia di sangue nelle vene,
resisterò,
resisterò,
resisterò!...